En 1925 León Malach, escritor polaco radicado en
Argentina, escribió una obra en idish llamada Ibergus
(Transfusión). Hacía el panegírico de la
lucha de las prostitutas que deseaban salvarse en Brasil.
Botoshansky, un crítico y empresario teatral, se la
ofreció al administrador del Teatro Ombú, Adolf
Mide. Este la rechazó provocando una encendida
polémica: se lo acusaba de cuidar las entradas que
compraban los rufianes. Mide replicaba que él había
puesto Esclavas Blancas, otra obra que trataba sobre la
prostitución. El diario Di Presse atacó al
empresario, y el Di Idische Zeitung defendió el derecho
del empresario de seleccionar sus obras. Finalmente la
dirigió Botoshansky con poco éxito. Todo
terminó de una manera bastante peculiar, con una gran
satisfacción de los impuros.
Al cantante y actor ruso Rudolf Saslavski lo acusaban de
estar al servicio de los rufianes. Su gran éxito fue
Tevie, el lechero, de S. Aleijem. Se dice que cuando él
cantaba la gente lloraba y reía en voz alta. El
espectáculo duró dos meses con la sala repleta de
gente.
En 1926 se les prohibió la entrada a los tmeiim
al teatro. Un cartel fue colocado en todos los teatros
judíos de Buenos Aires: "Se prohibe la entrada a los
impuros" y se leía la misma leyenda en el programa. Sin
embargo muchos continuaron asistiendo pero casi a escondidas
hasta 1930. El comienzo de la década infame fue
también el comienzo del antisemitismo en la Argentina, y
junto a ese feroz antisemitismo también vino el fin de los
tmeiim en las calles porteñas. (N del A: El Comisario
Alsogaray, a partir de la denuncia de una prostituta judia,
inició una devastadora investigación que
desenmascaró la banda, pese a las grandes influencias que
los protegía: Ministros, senadores,
comisarios.)
Contribución del teatro judío a la cultura
argentina. Las visitas de las estrellas. Las visitas de las
estrellas judías a la Argentina marcó la
época de oro del teatro idish en Buenos Aires. La primera
estrella internacional que llegó a nuestro país fue
Yacof Zilbert, representando una obra de Goldfaden en el
año 1902.
Un recorte de buenas críticas y sentencias del
diario Di Presse puede evocar la actuación de Jacob Ben
Ami en 1930, pero el arte efímero del actor quizás
se refleje en los recuerdos conmovidos de otros hombres. Un
ejemplo de ello es Luis Sandrini, el actor argentino no se
cansaba de hablar de Ben Ami. Narciso Ibañez Menta lo
idolatraba y los estudiantes del Conservatorio Nacional, alumnos
que no eran judíos en su mayoría, se volcaban al
teatro para estudiarlo. Lee Strasberg, devoto admirador de Ben
Ami, cuenta en su libro Un sueño de Pasión: "Una de
las representaciones más emocionantes que recuerdo es la
de Ben Ami en Sansón y Dalila. Para mí sigue siendo
la mejor representación moderna que haya visto, y no soy
el único que piensa así. Cuando digo "moderna"
quiero decir que la interpretación de Ben Ami expresaba la
naturaleza dividida, dual, característica del hombre
moderno".
Algunas de las obras que interpretó en la
Argentina fueron: El Idiota de Dostoievski, El Padre de
Strindberg, Mi Padre de Breinstein, y otras obras como Campos
Verdes y Sansón y Dalila. En el año 1949
filmó la película Esperanza bajo la
dirección de Francisco Mujica y Eduardo Boneo y como
asistentes debutaban Fernando Ayala y Héctor Olivera. La
obra contaba la vida del colono desde la colonización
hasta la adaptación de los inmigrantes judíos en la
Colonia Esperanza. Lo secundaban Ricardo Passano y Malvina
Pastorino.
En la segunda década del siglo resultaba
más económico traer figuras de Varsovia que de los
Estados Unidos. En 1928 se estrenó en el Olimpo, Motke
Ganef (Marcos, el ladrón) de Sholem Ash, interpretado por
el actor polaco Abraham Morovski.
La cantidad de actores que visitaban el país era
enorme. Llegaban con sus mujeres actrices que permanecían
en segundo plano; las figuras eran ellos. Muchos se quedaron
definitivamente a causa de las guerras y los pogroms.
En 1931 llegó Moris Schwartz a la Argentina. No
era sólo un gran actor, era un firme empresario en los
Estados Unidos. Dueño del "Idisch Art Theatre" y antes lo
había sido del "Irving Place Theatre". M. Schwartz vino a
la Argentina diez veces en el término de veinte
años. Era un hombre incansable. Apenas llegaba ya estaba
dirigiendo a los actores locales y a lo sumo en una semana
tenía lista la obra. Durante ese tiempo no se lo
veía dormir, era un hombre de una gran vitalidad. Otro de
los grandes actores que llegó en 1933 fue Bulof. Era un
actor arrollador, más cotidiano que M. Schwartz y menos
intelectual que Ben Ami. Samuel Goldberg fue otro actor
norteamericano, adepto a los melodramas y más proclive a
los dramas intimistas. Todo lo contrario a Bulof a quien le
fascinaba la desmesura del espectáculo. En cuanto a las
actrices, así como Bulof trabajaba con Luba Kadison; Ben
Ami lo hacía con Berta Gerstein.
En muchas ocasiones, la misma obra se representaba
simultáneamente en dos teatros distintos. La gente iba a
ver las dos puestas y las comparaba en vivas polémicas. S.
Goldenburg estrenó El Judio Süss, en el
Excélsior al mismo tiempo que M. Schwartz en el Argentino.
La obra Los desiertos del Neguev fue estrenada por Ben Ami y el
elenco del IFT. Ben Ami había ensayado quince días
con actores locales. El elenco del IFT lo había hecho
durante tres meses. La opinión general consideró la
puesta del IFT superior y Ben Ami asistió a una
función desde la platea y saludó calurosamente a
los actores al finalizar la obra.
Para el pueblo judío el teatro fue vital porque
se convirtió en una escuela de judaísmo muy
concurrida. La cultura judía pasó a ser patrimonio
argentino a través de sus actores, del intercambio entre
actores judíos y no judíos. ¡Cuántas
obras se pusieron a lo Licht y a lo Ben Ami!
Cuenta David Zvilij: "Un día apareció
Armando Discépolo con la propuesta de dirigir Cuando
aquí había reyes de González Pacheco. Esta
obra había ganado un Premio Nacional que consistía
en su estreno en el Teatro Cervantes, pero nunca se
concretó. La estrenamos en el año 1938 en la sala
Unione e Benevolenza, después de haberla traducido al
idisch: era una historia de esclavos en la época de la
Colonia, así fué que vestimos a los judíos
con ropas llamativas y los pintamos de negro. Al son del
candombe, con textos en idisch, llenamos dos meses la
sala".
Para argentinizar el teatro judío, Carlos
Gutentak montaba piezas de autores argentinos traducidas por
Pinnie Katz y Glazerman. Fueron traducidas obras como Barranca
Abajo de Florencio Sánchez y El hijo de Agar, de
González Castillo. La mayoría de las obras que se
representaron en los últimos años fueron literatura
teatral argentina y latinoamericana traducidas al idisch. Oscar
Ferrigno dirigió una versión de la novela de
Jacques Roumain, el escritor haitiano, Los Gobernantes del
Rocío.
Hubo una figura que se hizo más argentina que
Martín Fierro sin perder su identidad judía. Esa
extraordinaria figura se llamó Jevel Katz. Un juglar
reconocido por el público judío y no judío.
Hacía una síntesis cultural acompañando sus
canciones idisch con música floklórica argentina en
la mandolina. Muy recordada por todos aquellos que aún
viven y que no dejan de reír al mismo tiempo que cuentan
es la canción El Tren que viajaba a Tucumán. Jevel
Katz murió en una operación de garganta que
según los médicos mejoraría su voz. Su hija
cuenta que al verlo muy desmejorado dijo: "¡Este no es mi
padre! A lo que él respondió: "Soy yo, pero estoy
maquillado para una función".
El teatro local. El número de
judíos europeo-orientales residentes en Buenos Aires
formó un público para sostener los teatros en
idisch. El teatro en castellano no podía satisfacer al
inmigrante por la dificultad idiomática y por la
incomprensión de temas ajenas a su cultura.
Bernardo Weisman (1873-1934) fue un actor rumano que
había recorrido Turquía, Serbia y Egipto con la
troupe de Fikelstein. En 1901 llegó a la Argentina con su
compañía y se radicó aquí pensando
que podría hacer buenos negocios con el teatro. La primera
pieza que representaron fue Kuni Lemel de Abraham Goldfader en el
Teatro Doria, teatro que más adelante se llamó
Marconi. En una carta fechada el 25 de octubre de 1901, David
Hassan se refería así a esta puesta en
escena:
"Incluyo un programa con tipografía hebrea que
anuncia una opereta cómica titulada El Tartamudo escrita
por Goldfaden y se da en el teatro Doria. Este lugar se conoce
como un teatro a precios populares y una platea cuesta tres
centavos. La pieza estaba bien montada y la actuación
estuvo naturalmente bien. Estas personas son actores natos. La
música era por momentos nacional, a juzgar por el coro
"Ay, zai, iei" y lo demás, imitaciones. El auditorio
rugía constantemente de risa y lo hizo así todo el
tiempo y aunque yo no entendí una sola palabra de idish
(yargon), me habría divertido como una novedad si no me
hubiese deprimido ante la vista del público. La sala
estaba llena, pero no encontré allí a un solo socio
de nuestras congregaciones. Había por cierto algunas
familias ostentosas sin demasiada sensibilidad, con las hijas,
los hijos, jovencitos y hasta niñitos…
Difícilmente se puede definir como refinadas a estas
piezas, pero no necesitan ser motivo de escándalo
público. De todas maneras me dicen que se puede ver la
misma cosa en algunas ciudades europeas".
Bernardo Weisman fue el primer actor del
teatro idisch en la Argentina. En 1907 fundó una
Asociación de Actores Israelitas, en 1915 dirigió
una manifestación a favor de los damnificados por la
guerra. Y en 1922 protagonizó una huelga de actores contra
el teatro Olimpia. Esta huelga fue apoyada por organizaciones
obreras judías. Si bien la lucha sirvió para elevar
el nivel de representaciones, no acabó con el hambre de
los actores.
En 1907 presentó Mirele Efros de Gordin. Los
principales actores fueron S. Finkel y Blank. Continuó
haciendo teatro hasta 1919 cuando enfermó. La comunidad
judía organizó funciones a su beneficio porque los
sueños de negocios habían fracasado y dos semanas
antes de su muerte se le entregó la primera pensión
de actores.
En los primeros años del siglo XX la actividad se
radicó cerca de la calle Libertad. Los primeros teatros
donde resonó el idisch fueron el Doria, el Bataglia, el
Nacional del Norte y el Orfeo Español. El teatro idisch
fue floreciendo a ritmo lento, con actores locales y algunos
extranjeros. No se bastaba a sí mismo, dependía de
las estrellas traídas de Estados Unidos y Europa. Carlos
Gutuntak y Aaron Lager fueron dos actores llegados de Europa que
aportaron mucho al teatro local. El primero tomó un grupo
basado en la actriz Berta Gutentak. Aaron Lager era actor y
bailarín. Llegó en 1912 y fue cabeza de elenco de
numerosos conjuntos teatrales. Se retiró cuando
tomó conciencia que terminaría sus días como
actor a beneficio.
Antes de la Primera Guerra Mundial, el público
prefería el género cómico y el sainete al
drama serio. En esos años todavía no se llevaban a
escena obras de autores argentinos, salvo excepciones: en 1910 la
obra de Aaron Brodsky Hija del Pueblo en el Teatro Garibaldi; en
1926 el drama de Mordje Akperson Diáspora y en 1933 Zizi
goy de Samuel Glazerman. En cuanto al teatro clásico
universal fue un suceso "El Padre" de Strindberg en 1913. La
intelectualidad de argentina no judía concurrió al
teatro y las críticas fueron muy favorables. En 1921 se
representó El Dibuk. El personaje protagónico Lea,
fue interpretado por Berta Singerman en su última
actuación dentro del teatro idisch. Esta obra fue
representada seiscientas veces en Polonia por el Vilner Troupe y
dos mil funciones en el teatro Habima.
En 1924 se fundó la Sociedad de Actores
Judíos y la Sociedad de Escritores. La de actores
tenía un campo en la provincia de Buenos Aires,
además de la sede donde se proyectaba crear un espacio de
teatro de verano.
Una de las más logradas manifestaciones del
teatro local fue Tevie el lechero, estrenada en 1925 por Rudolf
Saslavsky; en ese mismo año estrenó Welvl Jasnal
(cantorcito). Una obra que introducía las malas palabras,
una novedad para la época. También en ese
año se creó el estatuto de la Asociación de
Actores Judíos. Entre todas las cláusulas, la
más debatida fue la 3 en la que se permitía la
entrada al teatro de todos los judíos sin
excepción, incluía a los rufianes que en el
año 1926 habían sido echados definitivamente del
teatro.
Hacia el año 1930, el teatro judío se fue
mudando paulatinamente de la calle Libertad al barrio de Once. El
Teatro Ombú se instaló en la calle Pasteur, el
Olimpo en Pueyrredón y Santa Fe, el Excelsior y el Soleil
en la calle Corrientes y el Mitre sobre Acevedo. Estas fueron las
salas que albergaron al teatro judío. En 1930 se crea
Young Teater con un grupo de veinticinco actores. Lo dirige
León Alpern, un egresado del seminario de Viena influido
por el expresionismo alemán. Su primera puesta fue El
viaje del apóstol de Ernest Toller. El grupo se
disolvió por causas políticas, después de la
representación de una obra de Máximo Gorki. Muchos
de sus integrantes se incorporaron al grupo Libertad (que en 1933
se llamaría IDRAMS y en 1936, IFT).
El IDRAMS (Idische Dramatishe Studio) comenzó a
funcionar en un comedor para inmigrantes de la calle Cangallo (la
actual Juan Domingo Perón). Los comedores habían
sido creados en el año 22, financiados por la comunidad y
en ellos se podía comer por 30 centavos.
Cuenta David Zvilig: "En este primer grupo había
tres maestros: Flapan el peluquero, Grinspun y Vladimiro Acosta
que era escenógrafo. Ellos comenzaron enseñando a
un grupo de obreros polacos y rusos que frecuentaban el comedor
para inmigrantes. Cuando los comensales se retiraban del lugar,
cerca de las ocho, comenzábamos a ensayar hasta la una y a
veces hasta las dos. Las primeras obras que estrenamos fueron:
Mantengan el fuerte, obra que versaba sobre una huelga en Estados
Unidos organizaba por negros y judíos contra un
patrón judío. Otra obra que recuerdo fue Los negros
de Malek, esta obra se ensayó cerca de ocho meses. Svilig
calla recordando lo sucedido hace sesenta años,
ensimismado, de golpe, pronuncia otro nombre: Gad Zliago. "Era un
actor de Max Reinhartd y trabajó durante dos años
con nosotros. Durante esa época estrenó Ruge China
que se tradujo del esperanto al idish. También recuerdo al
director polaco Jaim Brakaz que no era un gran director pero puso
una obra interesante, Motín en la casa correcional. Era un
alegato contra la represión en las cárceles. En ese
mismo año, el 37, comienza a dirigir el teatro una pareja
llegada de Polonia: Rosenblum – Melnik, actores del Vilner
Troupe. Entre otras obras presentaron Una noche en el viejo
Mercado, de Peretz. Esta obra es de una época en que en
Polonia no se podían decir muchas cosas, entonces los
dramaturgos empleaban la metáfora. Se representaban, en su
mayoría, en el Teatro Italia Unita, que es un lugar donde
ahora está el famoso salón de baile. La entrada
valía un peso y el teatro se llenaba. Cuando la primera
gran guerra terminó, volvieron a Polonia a dirigir el
Teatro Idish de Varsovia y allí murieron…".
Svilig formó parte del grupo que publicaba la
revista Naim Teater. (Nuevo Teatro)"La comenzamos a editar en
1936, y salió durante 20 años. Los ultimos
números fueron escritos en castellano. En 1937 creamos el
IFT (Idisher Folks Teater) que significa Teatro Popular
Judío. El teatro se encargó de fundar una escuela
de teatro que aún existe. Le encomendamos a Pinnie Katz,
que en uno de sus viajes a París, tomara contacto con un
maestro de teatro: así apareció David Licht en la
escena teatral argentina. Un hombrecito menudo, ágil, que
vivía para el teatro. Apasionado por la forma, cuando
faltaba una lucesita verde al final del escenario, no
dormía hasta conseguirla. El debut de Licht en nuestro
medio se produjo con Voitre, especie de Robin Hood judío,
estrenada en 1938. Dirigió el IFT durante dieciseis
años. Llegó a poner 26 obras, de la talla como El
mercader de Venecia de Shakespeare y Los bajos fondos de
Máximo Gorki. No hacía varieté judío,
género melodramático que intercala en el medio de
la obra un número con cantes y músicos. Todas sus
obras eran de carácter serio y estrenaba grandes autores.
Bajo la dirección de Licht se formaron actores como
Jordana Fain, Max Berliner, Salo Kulisevsky, Ignacio Finder y
Cipe Lincovsky".
En el teatro Excelsior, los días domingos,
había tres espectáculos de dos horas y cuarto de
duración: funciones a las 15, a las 18 y a las 21.30 hs.
Al Coliseo asistían cerca de mil personas y dos
policías evitaban a la entrada que se rompieran las
puertas por avalancha. Así era el teatro en
1934.
Entro los años 1937 y 1941 se aplicó una
rigurosa política de rechazos de inmigrantes en la
Argentina y otros países latinoamericanos. Brasil
aceptó la entrada de 3000 israelitas en 1939 ante una
solicitud del Papa Pío XII, a condición de que
ingresaran un capital mínimo de 500 libras esterlinas y
llegasen bautizados al catolicismo. La mayoría fue
agricultor. En 1942 se producían a diario escenas
dramáticas en el puerto de Buenos Aires, cuando los
refugiados eran obligados a reembarcar porque las autoridades no
reconocían los visados de tránsito o se negaban a
otorgarlos.
Durante la década del 30, llegaron al país
cerca de ochenta actores de talento. La mayoría
sabía cantar y bailar; eran "showman" como Henry Gerro que
hacía sátira política junto a su mujer
Rosita Lovner y Samuel Iris. Zalmen Irshfelt, Zina Rapel, Susana
Berdichevski, Israel Feldbaum, Berta Saslavski y Elsa
Rabinovich.
Se formaron elencos amateurs en las provincias. Uno de
ellos fue el grupo de teatro de la colonia Moisés Ville,
bajo la dirección de David Vaisemberg. Durante las
temporadas que solían ser de ocho meses llegaron a
representarse cuatro obras de teatro en idish
simultáneamente en la Capital Federal. Los otros cuatro
meses restantes, las compañías las dedicaban a las
giras por el interior. Las distancias que debían atravesar
entre colonia y colonia eran agotadoras.
Cuando Licht abandonó la Argentina en 1946 para
trasladarse a Estados Unidos, la gente del IFT compró el
terreno de la calle Boulogne Sur Mer para la construcción
de su teatro, que demandó cinco años. Una vez
edificado el teatro, no se concedió la habilitación
porque las autoridades no permitían cortar el árbol
de la puerta de entrada. Esta ridícula situación se
prolongó durante tres años.
Frente a la ausencia de Licht el teatro contrató
a Jacobo Rotbaum. Sus primeras puestas fueron La hechicera de
Golfaden y Viviremos de Berguelson. En 1948 volvió Licht
de los Estados Unidos y dirigió el teatro cuatro
años más, años en los que se representaron
doce obras de autores como Prisley, Arthur Miller y Scholem
Aleijem. "Mientras se constituía el teatro -cuenta David
Svilig-, alquilamos un salón en Corrientes y Junín.
Allí ensayamos Todos los hijos tienen alas y En los
desiertos del Neguev de Mosenshon. En 1952, me encomendaron la
tarea de buscar un nuevo director porque Licht regresaba
definitivamente a los Estados Unidos. Así fue que un
día con mi mujer, Jordana Fain, vimos un excelente trabajo
de dirección actoral del italiano D"Averza. Le propusismos
la idea de dirigir el elenco y él
preguntó:
¿Cossa faccio con el idish? – Pruebe – le
dijimos. D"Averza tenía una intuición tan grande
que cuando un actor se equivocaba en el ensayo, le decía:
Che, ¡no te hagás el loco!
"Puso en escena Madre Coraje de Bertolt Brecht en 1953.
Con esta obra viajamos a Chile y allá, mientras nuestro
elenco la representaba en idish, la universidad de Chile lo
hacía en castellano. Pablo Neruda asistió a una
función y nos vino a saludar. "Hoy me pasó una cosa
interesante", nos dijo. "He visto Madre Coraje hecha por
argentinos judíos y un director italiano en un idioma que
no conozco. Me llegó más esta función que
todas las puestas de Madre Coraje que vi en mi vida".
"La escenografía era de Saulo Benavente y
recuerdo un momento inolvidable, cuando Madre Coraje va con su
carro detrás de los soldados. Saulo, para dar idea de que
todo el mundo se mueve cuando hay guerra, hizo funcionar el plato
giratorio del IFT lleno de árboles mientras Madre Coraje
marchaba al revés. Al mismo tiempo se veían las
sombras de los soldados y la mujer gritaba: "Espérenme, yo
voy con ustedes". Otra de las obras que dirigió fue Madre
Tierra de Berruti Dragum. Creo que fue la última porque
nos volvimos a quedar sin director, hasta que apareció
Isidor Herszcovich. Traía una obra de Europa que nunca
había sido representada en la Argentina: Las brujas de
Salem de Arthur Miller. Cuando estábamos a punto de
estrenar, apareció una prohibición, no recuerdo por
qué, pero finalmente la estrenamos en el Teatro
Astral".
Fueron muchos los directores que pasaron por el IFT:
Carlos Gorostiza, Armando Discépolo, Oscar Ferrigno,
Ricardo Passano, todos dirigieron en idish. En 1957, se
contrató a Oscar Fessler de Brasil, que montó una
adaptación de El triste fin de Aman de Sloves. En 1958,
comenzó el debate sobre la representación en idish.
El elenco argumentaba que era demasiado ensayo para pocas
funciones y que cada día eran menos los que hablaban
idish. Se decidió finalmente trabajar en castellano y
Oscar Fessler abrió un ciclo con el Diario de Ana Frank de
Goodrich y Hackett.
Últimos gestos del teatro en idish
En el año 1952, se formó el grupo Young Idish
Teater con cincuenta actores jóvenes que hablaban idish.
Representaron un teatro judío moderno con obras como El
mesías mudo de David Pinsky y El agente 837 de Jehuda
Elberg. El mismo año Berliner formó el grupo
"Teatro Artea" bajo la consigna "único teatro experimental
judío". David Licht abandonó el IFT y formó
el Kunst Bine, grupo disidente del IFT. La consigna de este grupo
era la lucha contra el teatro comercial, pero su vida y su lucha
fueron efímeras.
Una frase se proclama en las páginas de la
revista Pach de 1955: "Por cada espectador judío que
fallece que da una butaca vacía en la sala". Todos
discuten la decadencia del teatro en idish, algunos la asocian a
la decadencia del teatro independiente y a su imposible
profesionalización.
En 1960, el Departamento Cultural de AMIA, trajo de
Israel a directores como Samuel Bunin, que puso en escena
Stempeñu de Sholem Aleijem, representada por el grupo
Folks Teater; Israel Becker dirigió Dios, hombre y diablo
de Gordin, Jacob; Simón Finkel, antes director del teatro
Habima, estrenó El tesoro de Sholem Aleijem.
Finalmente Max Berliner organizó con el grupo
Folks Teater el Telón Abierto en la misma época que
se hizo el Teatro Abierto, hacia finales de la década del
70. Era una invitación a todos los grupos que tuvieran
repertorio en idish, en hebreo o en castellano, a participar de
este encuentro. Se reunieron dieciseis grupos, catorce actuaron
en castellano, uno en hebreo y otro en idish. Resultó
soprendente un grupo de la Escuela Normal que representó
El violinista en el tejado en castellano, realizada por padres y
alumnos no judíos de la escuela.
Los contratos de figuras se fueron espaciando, por los
costos y la crisis idiomática de las nuevas generaciones.
Hoy, si alguien pasa por la calle Jean Jaurés y golpea la
puerta de la Sociedad de Actores Israelitas Jacob Ben Ami, lo
recibirá su director, Jacob Denker o Rosita Lovner o
algunos de los últimos doce actores judíos del
teatro idish en la Argentina. Los jueves a los 19 hs.,
podrán asistir al ensayo de una obra basada en un cuento
de Isaac Bashevis Singer: Las travesuras del diablo. Los actores
continúan con su estricta puntualidad, como en los
años de gloria. Son doce apóstoles del
último período del teatro idish en Buenos Aires.
Cuando se produzca la muerte del último, el local
pasará a manos de la AMIA.
Teatro idish en Buenos Aires. "Cuadernos de
Investigación Teatral" Teatro San Martin, Año I,
1er. semestre 1991)
8 .-
Un aspecto cultural que tuvo su auge en las
décadas 1920/ 30 fué el teatro. La proximidad con
Buenos Aires, facilitó la presencia de compañias de
espectáculos, para lo cual Montevideo contaba con varias
salas teatrales. La nutrida cartelera de perfomances en yidish en
Buenos Aires, fué impulsada por la opulencia de los
repudiados y repudiables tratantes de blancas judíos, que
de ese modo hacían grosera ostentación de sus
riquezas, financian do la llegada de actores judios,
especialmente de EE.UU. A partir de Setiembre 1926
compañias teatrales profesionales, de nivel internacional,
tras presentarse en Buenos Aires, comenzaron a ofrecer funciones
en Montevideo. Cabe consignar el nombre de Manuel Toker (n. Rusia
1896) de larga trayectoria actoril juvenil (Paris/ Nueva York).
Llegado a Uruguay en 1926, desarrolló una muy destacada
actividad empresarial en el teatro en yidish.
En Junio, 1930 al anunciarse una velada a
desarrollarse en el Teatro "Albeniz", al pie del programa, con
destaque se advierte : "Far Tmeim der araingang farbotn"
("Prohibida la entrada a impuros") se refiere a los tratantes de
blancas s (proxenetas judios).
" El teatro judio, uno de los
entretenimientos populares entre los inmigrantes, era el lugar al
que venían los rufianes para lucir a sus amigas, mujeres
"de la profesión". Con el dinero que gastaban en
entradas…se conquistaron " un lugar destacado en esa actividad
cultural. Katz llama a esos proxenetas, "los mecenas" de la vida
teatral judia"
David Schers. "Inmigrantes y Politica…en
la Argentina" Universidad de Tel Aviv . Citando a Schuster (1973:
18) y a Mirelman, "En busca de una identidad…" (1988: 341/
375)
9 .-
Como Teatro Judio en Uruguay puede
estimarse que se conoció desde 1923, cuando en Montevideo
se llevó a cabo la primera función a cargo de un
intérprete judio. Se apreció la actuación de
la recitadora Berta Singerman, que en Abril 1° ofreció
en la Sala teatral "Albéniz" una tercera
presentación en español. (Diario "El
Sol")
En Diciembre 1924 en Montevideo se funda el
Dramatisher Farain "Di Bine" (Grupo de Teatro "El Escenario") con
sede en Yi 1709.(En adelante, toda función era en yidish).
Designan Secretario General a I. Liberman, colaborando Aksman,
Sra. de Rubinovich, Epstein, Frank, Schwartz, Goldman y Sandler.
Règiseurs, Gupper, Aksman y Liberman. (15) Dic. 28, 1924)
y el mismo mes (dia 24) ponen en escena "La Joven Novia", (Sala
?) (10) Nº 2, Set 1953)
En Enero 1925 se presenta la primera
compañia teatral profesional, en el Teatro "Colon"
presentando "El Rey Lear" , drama en cuatro actos de I. Gordin
(Adaptación de Shakeaspeare).
En 1925 en el Centro Cultural Obrero "Moris
Wintchevsky" queda formalizada la Sección Dramática
y ya en Octubre 1926 hizo su estreno. Esta Sección
Dramática se presentaba también como "Teatro
Proletario Colectivo"
A partir de 1924 se tienen noticias de
actividad teatral (antes no había prensa yidish).
Presumiblemente, los grupos teatrales estaba integrados por
aficionados (?). (10) El detalle conocido sería el
siguiente:
1924, Diciembre. "Der Dramatisher Farain
"Di Bine", puso en escena la obra "Di kale moid"
(La joven novia)
1926, Setiembre, "Dramatisher Vinkl "Folks-
Bine" (Escenario Popular), (Victoria Hall)
1926, Setiembre. "Farainikter Yidisher
Teater Guezelsaft" (Sociedad Teatral Judia Unida), en
el Victoria Hall
1926, Diciembre. Biblioteca Popular Judia y
Club Obrero, en el Teatro Colon subieron "Uriel
Acosta".
1933, Abril. Círculo
Dramático (Der Dramatisher Kraitz) a nombre de "I.
Gordin".
1934, Agosto. La Cía "Teatro Estable
Judio de Montevideo" (Stabiler Ydisher Teater in
Montevideo), en "Albeniz"
1935, Julio, en el "Victoria Hall" el
"Natzionale Dramatishe Studio Ha- Menorá" (Estudio
Dramatico Nacional El Candelabro) sube en escena una obra
teatral.
1938, Febrero "MOBET" * se presenta en el
Teatro Artigas.
1944, Abril "La Comedia" ("Die Komoedie",
Convención 1382) Agrupación Teatral
Democrática dirigida por Albert
Maurer y Fred Heller, pusieron en escena, en el
"Victoria Hall", la obra "Pygmalion".
Las salas donde se ofreció teatro en
yidish, fueron :
Teatro "Colon" (Cerrito esquina
Ciudadela);
"Victoria Hall" (Rio Negro 1483;
Teatro "Albeniz" (Ibicuy entre San
José y Soriano);
"Casa del Pueblo", Arenal Grande 1860, sede
del Partido Socialista;
Teatro "Artigas"(Andes y
Colonia);
Teatro "Solis" (Plaza
Independencia);
Ateneo Popular (Plaza Cagancha
¿).
Salón de Blandengues
1731;
Instituto "Verdi" (Soriano y
Convención);
Teatro "Mitre"(Bmé Mitre y
Reconquista);
Teatro SODRE (Andes y Mercedes).
Autor:
Julio Moskovicz,
2013
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